Un caluroso día de Julio se presentaron en casa mi madre y mi hermana con unas telas preciosas para que las hiciera un neceser de los veinte minutos a cada una... Las telas se quedaron unos días (o semanas) en la silla donde dejo las cosas que están pendientes, hasta que una tarde de Agosto me puse con ellas y el primer neceser que terminé fue el de mi hermana... Como os comenté en la entrada de mi primer neceser , lo de "los veinte minutos" no se acerca ni por asomo al tiempo que se tarda en hacerlos... al menos de momento, pero también es cierto que esta vez ya no tardé dos horas, en un ratito estaba terminado!